Título: Cockblocker
Autor: David Irons
Editorial: Dimensiones Ocultas
Traductor: Roberto Carrasco
Diseño de portada: Suspiria Vílchez
Género: Terror/Comedia/Slasher
Nº de páginas: 305
Sí, lo sé, he estado ausente una cantidad obscena de tiempo, pero estoy de vuelta y con ganas de implicarme y publicar una entrada por semana. O incluso dos (bueno, ya paro de decir insensateces). Además, mi intención es trabajar en secciones nuevas, algún análisis de personajes, recomendaciones de temáticas específicas, escribir sobre películas y series...
Por lo pronto, y aprovechando que estamos a finales de septiembre, y se ha puesto de moda eso de crear contenido relacionado con la temática "spooky season" , he decidido que a lo largo de lo que queda de septiembre y todo octubre voy a estar leyendo o viendo libros y películas relacionadas con lo siniestro.
Como bien sabréis si me habéis leído con anterioridad, soy una persona muy aficionada al género de terror, tanto en el cine como en la literatura, y qué mejor momento que estos meses para hablar de obras que coquetean con lo terrorífico, cuando no se meten de lleno en el asunto. A fin de cuentas, para algunos de nosotros, Halloween dura todo el año.
Para comenzar con este especial, he decidido hablar de uno de los últimos libros que he leído, Cockblocker del autor David Irons.
Así pues, empecemos.
SINOPSIS
Básicamente la historia nos presenta al personaje de Kelly Kennedy que es el prototipo de adolescente rubia, capitana de las animadoras, guapa, popular… y una completa y absoluta loca del coño, porque no hay otra palabra más adecuada para definirla.
El tema es que esta muchacha está muy obsesionada con el capitán del equipo de fútbol de su instituto, porque considera que entra en el orden cuasi divino de las cosas que ellos dos se ennovien. Pero hay algo que podría dar al traste con sus planes...y es que este muchacho en realidad es homosexual y está a punto de salir del armario, y cuando Kelly se entere, pues se le va ir mucho la pinza, y se va a liar a cargarse a gente de su insti como si no hubiera un mañana.
La sinopsis propiamente hablando no va mucho más allá de eso, así que literalmente voy a copiar lo que dicen en la contraportada de la edición en español, que es: una mezcla entre Hearthstopper, Scream y Salvados por la Campana.
Pero voy mucho más allá y os digo que este libro es básicamente como una peli de serie B, que mezcla el universo adolescente estadounidense más mamarracho (con sus animadoras, sus marginados, y sus jugadores de fútbol) con las pelis slasher de los 80 más absolutamente estúpidas, pero ambientándolo en los años 90 e incluyendo referencias de la cultura pop de la época.
Ahora, hablemos un poquito de su autor, David Irons.
AUTOR
David Irons es un cineasta y escritor que vive en West Sussex. Sus películas, de diseño colorido y elegante, han sido premiadas en el Festival de Cine de Cambridge, en el Festival VIFF de Las Vegas y en el Festival Independiente de Los Ángeles por su fotografía, montaje, escritura y dirección. Además, 7 winters alone, un cortometraje de terror de ciencia ficción, fue ganador del concurso de cortometrajes de David Lynch en 2014.
En 2019 vio la luz su primera novela, Night Waves, publicada por Cosmic Egg Books, seguida de Night Creepers y Polybius en 2020, publicadas por Severed Press y Hard Copy Games. Desde entonces, David ha publicado siete títulos más, incluyendo el popular slasher ambientado en un campamento de verano de los 80, Don’t go to the wheelchair camp.
La primera editorial en publicarle en español fue Dimensiones Ocultas, con Mi Ligue de la Ouija, y es esta misma editorial la que nos trae al español su nueva novela, Cockblocker. Importante para aquellos que lean en inglés: sus libros están disponibles en el catálogo de Kindle Unlimited.
Ahora vamos a dividir la reseña en distintos apartados para analizar los aspectos principales que la conforman.
Empecemos por los personajes:
PERSONAJES
Como ya he mencionado, esta novela es básicamente una parodia de los slashers de los 80 /90, y si ya por el hecho de ser una parodia muy burda y tonta a propósito, no podéis esperar excesiva complejidad de los personajes, si encima hablamos de una parodia del subgénero de terror del slasher, pues los mismos carecen de tridimensionalidad.
Esto, que en otra novela podría ser criticable, aquí y por la intención del autor y el carácter satírico de la obra, encaja perfectamente con el tono de la novela.
Porque lo que hace David Irons es coger arquetipos de este tipo de obras y exagerarlos hasta el paroxismo: tenemos a los deportistas machistas, homófobos y gilipollas, a la pandilla de animadoras descerebradas, donde está la guapa, la tonta, y el putón, a la friki que quiere ser directora de cine, al director, al conserje con fama de pervertido, a los padres idiotas...
Pero a este catálogo se le añaden tres personajes que se desvinculan un poco de estos tópicos:
- Una pareja de adolescentes gais compuesta por un animador y el capitán del equipo de fútbol, que además mantienen su relación en secreto, pero con intenciones de salir pronto del armario.
- Y por último el personaje estrella de la novela, la absoluta protagonista y al mismo tiempo la villana de la historia: Kelly Kennedy. En ningún caso podría entenderse Cockblocker sin este personaje, porque es la esencia misma de la trama y su carisma de loquita arrasa con todo el argumento.
Podríamos definir a Kelly como el prototipo de animadora puritana estadounidense obsesionada con la perfección y el status quo. Es rubia, capitana de animadoras, virgen, guapísima, y podría decirse que a través de este personaje lo que quiere hacer el autor es satirizar los valores conservadores de los Estados Unidos de América, con esa obsesión por el american way of life y la pulcritud.
Y digo satirizar porque, tras esa fachada de animadora prototípica se esconde un personaje profundamente traumatizado por cierto acontecimiento de su niñez, y que a consecuencia de eso, se le va la pelota cuando algo no sale como ella quiere. Esta chiquilla es toda una maníaca, e incluso padece delirios profundos.
Por ejemplo, a lo largo de toda la obra está muy obsesionada con una serie de televisión teen de los 90 muy conocida en la cultura pop, como es Salvados por la Campana. Y ella es incapaz de separar la ficción de esa serie con la realidad de su vida. Cree que vive en ese programa, confunde su instituto con el de la serie, a sus compañeros con algunos de sus personajes, y a sí misma con la protagonista. Incluso, mientras ella comete las locuras más gore imaginables, oye en su cabeza una audiencia que le ríe todos los chistes cual risas enlatadas de sitcom. Vaya que está como las maracas de Machín, pero en plan muy peligroso.
En consecuencia cuando se trunca la idea de que ella como capitana de las animadoras, tiene que estar con Danny que es el capitán del equipo de fútbol, porque a este muchacho le van los chicos, toda la trama estalla y Kelly se pone en plan killer total.
Amigos, a partir de ese momento empieza lo bueno.
Nota:7
AMBIENTACIÓN
Pasando a la ambientación, ésta es una auténtica fantasía para los aficionados al terror y en concreto a los slasher de los 80/90 como Scream, Campamento Sangriento, Leyenda Urbana... Además tiene un prólogo absolutamente fascinante: es absurdo, chabacano, sangriento, tontísimo, tan ridículo que no te puedes creer que la novela realmente decida tirar por ahí, y que recuerda a prólogos de slashers tan estúpidos como el de la película de culto Mil gritos tiene la noche, dirigida por el español Juan Piquer Simón (aunque debo decir que yo solo he visto la escena inicial pero no el resto de la película, cosa que espero solucionar más pronto que tarde).
Pero algunos de vosotros igual estáis pensando, y ¿en que consiste eso del slasher que no dejas de repetir?
Pues básicamente este es uno de los subgéneros más queridos y a veces propensos al trash del terror, y que podría resumirse en: un grupo de personajes, acechados por un asesino en serie que suele ser el personaje más mítico de la obra, y un body count tremendo con muertes a cada cual más sangrienta, tensa o chorra.
En este libro el autor hacer una parodia del slasher más adolescente, con su ambientación en un instituto de Los Angeles en los años 90, y toda la fauna de un colegio estadounidense que ya hemos mencionado anteriormente.
Pero lo realmente interesante de Cockblocker es que subvierte los roles adjudicados a ciertos personajes. Me explico, primero de todo no suele ser común en el slasher noventero la presencia de personajes homosexuales, y cuando se ha hecho pues igual ha quedado un poco regular e incluso un pelín estereotipado en plan mal.
Por otro lado el personaje que aquí es el psychokiller (esto es, una animadora pura, rubia, virgen) solía ser la única superviviente (la final girl que se dice) del grupo de personajes adolescentes en las pelis de los 80/90, mientras que el resto de sus casquivanos amigos morían de formas horribles. En esta obra la a priori final girl que debería representar los valores tradicionales de la cultura estadounidense, es la asesina zumbada que se carga a gente, y la pareja homosexual vendría a ser como los final boys o últimos supervivientes de la obra.
Como digo, y sin querer darle a la novela unas pretensiones que no tiene, es interesante este juego que plantea David Irons porque no deja de ser una burla, una chanza, un vete a tomar por culo a esos conservadurismos estadounidenses, a los que por desgracia algunas pelis de terror más antiguas están muy apegadas. Por todo esto y esas referencias al cine de terror de la época, e incluso a la cultura popular estadounidense, voy a calificar este apartado con un 8.
Aunque hubiese deseado que en la segunda mitad de la novela la cosa se pusiera más loca, especialmente en los asesinatos, que no dejan de ser muy importantes en un slasher. Pero bueno, cierto asesinato final del que no diré nada por no hacer spoilers me parece tan fascinante que puede llegar a compensar otros.
Nota: 8
PLUMA
En cuanto a la narrativa del autor, decir que al haberla leído en su traducción es más difícil de apreciar que si se tratase de una lectura en el idioma original. A destacar de esta edición el empleo por parte de Roberto Carrasco (editor y traductor de Dimensiones Ocultas) de expresiones muy españolas que sustituyen a los coloquialismos estadounidenses (evidentemente, las más icónica sería el "¿qué pasa Tomasa?" a modo de saludo).
Soy consciente de que para algunas personas el hecho de que un traductor se tome tantas licencias con un texto supone no solo traducir, sino escribir y por tanto modificar. No soy de esa opinión, especialmente si tenemos en cuenta que por lo que se ha dado a entender el propio escritor ha estado al tanto de todo esto, y lo ha avalado.
Entendedme, no estoy a favor de una traducción que cambie el sentido de un texto. Eso sí me parece grave. Pero lo que hace aquí Roberto Carrasco es currarse una forma de trasladar el sentido de expresiones, que de traducirse de forma literal desde el inglés, probablemente no tendrían ninguna gracia ni coherencia en español.
No obstante, al margen de estas cuestiones de la traducción y de la mucha mala leche que tiene Irons al escribir, la prosa es bastante sencilla, coloquial e incluso muy basta y vulgar. Evidentemente está hecha así a propósito, pero avisados quedáis.
A mí me gusta, y pienso que le queda muy bien a la historia que quiere contar.
Nota: 7,5
ARGUMENTO
La trama funciona como conjunto de referencias y parodias al subgénero slasher, lo que quiere decir que el argumento es un absoluto dislate, y no se aleja en apariencia de las convenciones del género. Una animadora que se vuelve loca, agarra un hacha y se carga a todo bicho viviente, y un conjunto de personajes entre estudiantes, personal escolar y padres, que se quedan encerrados en el instituto y son cazados por Kelly.
No hay mucho más que contar, y me remito al apartado de Ambientación porque es donde brilla la historia. No obstante, no voy a suspender este apartado porque la simplicidad del argumento sirve a los propósitos de parodia y homenaje del autor.
Ahora bien, tras leer Mi ligue de la Ouija creo que David Irons es capaz de más mala leche de la que hace gala en la segunda mitad de la historia. La primera es muy buena en este sentido, pero la segunda se hace un tanto repetitiva, pierde un poquito de chispa y carisma, y puede resultar en algunas muertes hasta insípida.
Nota: 6
INTRIGA
En este sentido considero que la novela no es especialmente intrigante ni tensa, de hecho es bastante burda y evidente todo el rato.
Nota: 4
COHERENCIA
Como intuiréis por lo anteriormente mencionado, la novela juega a traspasar los límites de la coherencia y el ridículo, así que justamente voy a valorarla por eso, porque dentro de sus intenciones la novela da justo lo que promete.
Nota: 7
DISFRUTE
En general es una novela que me he bebido, con cuya primera parte me lo he pasado muy bien, pero que a partir de su segunda mitad creo que desaprovecha algunas oportunidades de hijoputismo del bueno (aunque el final de Kelly es todo un bofetón a todo ese conservadurismo yankee que se parodia), y esencialmente se vuelve repetitiva en sus escenas de muerte, e incluso en la actitud de un villano que cada vez es menos creativo.
Nota: 7,5
CONCLUSIÓN
Una buena opción para aquellos que deseen disfrutar de un buen rato de homenajes disparatados, brutos y divertidos del subgénero slasher. Aquellos amantes de la seriedad y la rigurosidad que no disfruten de las parodias o de la comedia chorra en el terror, absténganse. Por supuesto si no os gusta el gore, ni se os ocurra acercaros a esta novela.
NOTA
7
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