SOBRE LA AUTORA.
Cassandra Clare es una autora estadounidense que saltó a la palestra tras haber escrito un aclamado fic ambientado en el universo de Harry Potter: The Draco Trilogy, centrado en el personaje de Draco Malfoy.
Tiempo después, y tras sus primeros pinitos en la narrativa breve, publicó su primera novela, Ciudad de Hueso, que supuso el inicio de su serie young adult Cazadores de Sombras, una fantasía urbana integrada por varias sagas y trilogías ambientadas en el mismo universo y con tramas y personajes hermanados.
Actualmente, este universo está compuesto de las siguientes sagas/trilogías: The Mortal Instruments, The Infernal Devices (una precuela ambientada en el Londres victoriano), The Dark Artifices y The Last Hours (secuela inmediatamente posterior a The Infernal Devices, y ambientada en el Londres eduardiano), así como otros libros complementarios y pertenecientes al canon, como la trilogía The Eldest Curses (centrada en dos personajes principales de este universo), o las antologías The Bane Chronicles, Tales from the Shadowhunters Academy o Ghosts of the Sadhow Market. La autora ha afirmado que la trilogía que cerrará este universo será The Wicked Powers, y que la misma se publicará a lo largo de los años siguientes.
Fuera del universo de los Cazadores de Sombras, la autora ha coescrito junto a su colega Holly Black una serie de fantasía middle gray llamada Magisterium. Además, el 10 de octubre de 2023 publicará su primera novela de fantasía adulta, Sword Catcher, inicio de una nueva saga.
OPINIÓN
Cuando se trata de una saga que nos apasiona, resulta difícil enfrentarse a un nuevo libro sin expectativas o ideas preconcebidas al respecto. Si hablamos de Cassandra Clare y sus Cazadores de Sombras, esta sensación se intensifica tras la friolera de 14 libros ambientados en el mismo universo y distribuidos en sagas y trilogías previas a la novela que nos ocupa.
Por eso considero imprescindible para la reseña de hoy hacer una brevísima introducción al universo de Cazadores de Sombras:
En 2007 Cassandra Clare publicó Ciudad de Hueso, la primera novela de la que sería la saga original de los Cazadores de Sombras, guardianes de la humanidad con dones otorgados por el ángel Raiziel y que tienen la tarea sagrada de librar a la humanidad de demonios. Junto a los Nephilim (término con el que se hace referencia a los Cazadores de Sombras), la autora nos presentó un submundo plagado de vampiros, hombres lobo, brujos y hadas que conviven con los seres humanos sin que estos últimos sean conscientes de su existencia, y que están en una relativa paz con los Nephilim tras años de conflicto.
Tras esta primera saga de seis libros protagonizada por los cazadores de Nueva York y conocida como The Mortal Instruments, la autora escribiría una precuela ambientada en el Londres victoriano (The Infernal Devices), luego una trilogía cronológicamente situada cinco años después de la primera saga y protagonizada por un grupo de cazadores de Los Ángeles (The Dark Artifices), y finalmente se embarcaría en la trilogía The Last Hours, situada en el Londres eduardiano aproximadamente veinte años después de los acontecimientos de The Infernal Devices, y protagonizada por los descendientes de los personaje de ésta.
Resulta comprensible esperar que los legos en este universo sientan cierto vértigo a la hora de enfrentarse a su lectura, especialmente si tenemos en cuenta que a estas sagas se unen recopilaciones de relatos protagonizadas por personajes secundarios (y que cada vez son más relevantes para las tramas canónicas) y otro contenido adicional que acrecienta la complejidad de la historia.
Ni siquiera me atrevo a recomendarla a todos los amantes de la fantasía, porque especialmente en sus inicios es una saga muy juvenil, con arquetipos y tópicos que eran comunes en la literatura young adult de la época: triángulos amorosos, protagonistas con cierto tufillo a elegida, el mejor amigo patoso, el tío insoportable pero buenorro...
Ya me entendéis.
En mi caso empecé a leerla cuando tocaba (es decir, que tenía 14 años cuando leí los primeros libros), pero si sirve de algo es una saga que ha sabido estar a la par de mi madurez como lectora y creo que eso se debe a que Clare ha sabido potenciar sus puntos fuertes: relaciones entre personajes carismáticas, importancia de los lazos familiares y mensajes sobre la mala o buena influencia que tienen en nosotros, batallas cada vez más épicas y emocionantes, conexión con los personajes a los que sientes como tu propia familia, sentido del humor, grandes viajes del héroe (o más bien de las heroínas), diversidad, representación...y mucho salseo de por medio.
De hecho, en mi opinión y al margen de sus inicios más infantiloides, Cazadores de Sombras es uno de los máximos y mejores exponentes del subgénero de la fantasía urbana, con sus grandes ciudades infestadas de criaturas sobrenaturales que pueblan los parques, los pubs de moda o los andenes del metro.
También influye el hecho de que las dos grandes influencias de Cassandra Clare sean dos de mis grandes referentes en la cultura popular: Harry Potter y Buffy Cazavampiros. Y no sólo es que Cassandra Clare haya reconocido que esto es así, sino que el lector familiarizado con aquellas percibe su espíritu sobrevolando la obra de la autora.
De Harry Potter toma la magia, el sentido de la aventura, la existencia de un mundo sobrenatural que convive con el nuestro pero al que solo unos pocos elegidos pueden acceder (esa diferencia entre los Mundanos y los Nephilim), así como las raíces xenófobas y racistas de los motivos que esgrime el villano de la primera saga para desear un conflicto con los Subterráneos (criaturas que tienen sangre de demonio pero que no son malvados por defecto como ellos: brujos, hombres lobo, hadas o vampiros).
De Buffy, la primera gran serie de fantasía urbana, toma la forma de desarrollar a los personajes y de trazar sus viajes argumentales. También la apropiación del folclore y los mitos e historias que lo integran para modernizarlos y crear una mitología propia. Y por supuesto, el sentido del humor tan propio de la serie de Joss Whedon, y que tiene una importancia fundamental en la manera de entender la fantasía de Clare.
Es evidente que estoy hablando de una saga que no solo me apasiona, sino que tiene un valor sentimental y nostálgico muy importante para mi. Así pues, lamento más que nadie decir lo que sigue (pero tengo que hacerlo):
The Last Hours, y especialmente el segundo y este tercer libro, es de lo más flojo que ha escrito Cassandra Clare.
¿Será que tras 14 libros estamos asistiendo a la decadencia de la saga?
Una vez leída la trilogía completa, resulta evidente para mi que el propósito principal de Cassandra Clare en The Last Hours es que los lectores sintamos nostalgia por The Infernal Devices, recurriendo a la conexión emocional con los personajes de esta última para conseguir una implicación absoluta con sus descendientes. El papel de la trilogía dentro de este universo aparece inextricablemente ligado a lo emotivo, pero también a dar más presencia a quienes podrían ser los villanos de la futura trilogía final: Belial y el resto de príncipes del infierno.
El problema es que hay un desequilibrio importante entre el peso de los personajes y sus relaciones y la trama relacionada con los príncipes del infierno. El resultado es que Clare dedica una cantidad de tiempo innecesaria y redundante en conflictos amorosos, descuidando no solo el avance del conflicto con Belial sino también otros aspectos del desarrollo de personajes.
Creo que esto es algo que se nota especialmente en el segundo libro, Chain of Iron, y en la primera mitad de Chain of Thorns. Personajes como Matthew, Anna, Cristopher o Grace sufren las consecuencias de dedicar ingentes cantidades de páginas a un triángulo amoroso que podría haberse resuelto mucho antes para dejar crecer a los secundarios.
La relación amorosa entre James y Cordelia ocupa tanto espacio que incluso es fácil sentir cierta manía por estos personajes, cosa que no es justa, ya que considero que son bastante buenos y que su química es de las mejores que ha escrito la autora. Pero sus cansinas idas y venidas roban momentos de personajes que no son menos interesantes que ellos.
Asimismo, creo que Clare ha arruinado a los personajes de Lucie y Jesse, simplificando una subtrama muy potente sobre (INICIO SPOILER nigromancia y límites moralesFIN SPOILER), y pasando por alto el impacto que decisiones muy cuestionables podrían haber tenido sobre ambos y su entorno.
Algo que sí que me ha gustado en esta tercera novela es cómo a través de este elenco de personajes Cassandra Clare reflexiona sobre el concepto de "merecer el amor". A través de los arcos de Alastair, Grace o incluso Matthew encontramos a personajes estancados por la culpa que sienten por sus acciones pasadas, por haber herido a los demás a través de las mismas, y que a consecuencia de ello sienten que no merecen el perdón o la compresión de las personas que tienen a su alrededor.
Especialmente me gusta la resolución que se le ha dado en esta tercera novela al personaje de Grace, el más moralmente gris de esta trilogía, y que ha sido tratado por la autora con respeto e inteligencia. Habría sido fácil demonizarla e incluso abordarla desde la misoginia, cosa que Clare no hace en ningún momento. Cuestiones como el abuso, la sexualización a edad temprana o la repetición de patrones de maltrato cuando se ha sido maltratado, están muy vinculadas al desarrollo del personaje de Grace.
Por otro lado, la desproporcionada importancia de las tramas amorosas no sólo ha repercutido en el desarrollo individual de los personajes secundarios, sino también en el de la trama más puramente fantástica de la novela.
No es la primera vez que Clare introduce en este universo las dimensiones infernales o los demonios mayores, pero esperaba algo más épico teniendo en cuenta que el principal villano de esta trilogía es un príncipe del infierno. Pienso que Clare ha reciclado algunos aspectos de otros finales donde operan dimensiones alternativas y que la parte más jugosa, innovadora e inquietante de esta novela es ese "Londres paralelo", que podría haber tenido una presencia más impactante si el villano hubiese estado más activo y se hubiese resuelto con mayor agilidad el salseo previo.
Es decir, que me ha gustado, la parte final me parece la más potente, pero percibo cierto desgaste en la serie. Así que creo que a la autora le va a venir muy bien embarcarse en otros proyectos alejados de esta saga, para retornar con más fuerza en The Wicked Powers.
CONCLUSIÓN
Para los aficionados a la fantasía urbana con mucho angst amoroso y juvenil. Para los que echan de menos la conexión emocional con series como Harry Potter o Buffy Cazavampiros. Para aquellos a los que les gusten las sagas extensas.
NOTA
7,5
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