Título: La noche de los maniquís
Autor: Stephen Graham Jones
Editorial: La biblioteca de Carfax
Traducción: Manuel de los Reyes
Año de publicación: 2022 ( originalmente 2020)
Nº de páginas: 160
Género: Terror
SINOPSIS
Un grupo de adolescentes de un pueblo de Texas deciden gastarle una broma a una de sus amigas que acaba de empezar a trabajar en los cines del pueblo. La broma no sale bien y se desata una matanza. ¿Quién es el culpable? ¿Hay un maniquí poseído o un asesino suelto? ¿O ambos?
RESEÑA
Reconozco que mi predisposición con este libro era buena. No solo porque pensara que tenía todas las papeletas para gustarme, sino porque además quería que lo hiciese (aunque parezca que no, el cómo te enfrentas a una lectura/película/lo que sea, condiciona en cierto modo tu opinión final sobre ese asunto).
La razón es Mestizos (la primera novela del autor publicada en español, también de la mano de La Biblioteca de Carfax), y lo diferente que me resultó. Trata el tema de la licantropía de una forma muy humana, especulando con cómo serían los detalles de la vida cotidiana de una familia de seres-lobo, las minucias que nunca cuentan en las pelis, más centradas en lo espectacular y monstruoso del asunto.
Algo que también me fascinó de aquella novela es su formato, un diario en primera persona, una road-movie, un coming of age de un niño que quiere convertirse en lobo porque eso lo acerca a su familia. A su manada.
Si bien La noche de los maniquís es muy diferente en temática, en subgénero e incluso en tono, al igual que sucede con Mestizos, esta novela es también, en cierto modo, un coming of age.
Sawyer es el protagonista de esta novela, un adolescente que está a punto de entrar en la edad adulta, y por tanto, de hacer frente a una serie de cambios que le dan mucho miedo. El primero de ellos es, lógicamente, la disolución de su grupo de amigos desde la niñez. Esos con los que jugaba, reía, y pasaba las tardes en compañía de un maniquí destartalado protagonista de todas sus trastadas, llamado Manny.
En un intento por recuperar ese espíritu de grupo que poco a poco se está perdiendo, Sawyer propone a sus amigos gastar una broma a una de ellas, que trabaja en un cine, e involucrar de nuevo a Manny en sus juegos.
Después de que la broma termine de manera inesperada, llega la parte del slasher, con alguien que parece ir dando caza a este grupo de amigos uno a uno. Y aunque puede parecer que este subgénero de terror luce más en pantalla, la forma que tiene Graham Jones de describir las muertes es muy visual.
Consigue que el lector las imagine en su cabeza, empleando en cada una de ellas un humor macabro, y mostrándose respetuoso con un subgénero que suele ser tristemente infravalorado o considerado como menor.
Todo ello acompañado en primera persona por Sawyer, SPOILER-un personaje perturbado por el que al principio el lector siente cierta compasión que acaba convirtiéndose en rechazo. Pero al mismo tiempo, eres incapaz de dejar de leer, quieres saber qué es lo que prepara la retorcida mente del protagonista- FIN DE SPOILER.
A través del personaje principal, el autor consigue una de las primeras personas más originales que he leído. Personalmente creo que es muy difícil conseguir una primera persona bien lograda, coherente, que realmente sirva al propósito de la novela. Una que, en definitiva, te haga pensar que es imprescindible adoptar esa forma narrativa, que es justo lo que la novela necesita y no una salida fácil del escritor.
Pues bien, Graham Jones no sólo lo consigue, sino que además utiliza el punto de vista de Sawyer para explorar las peculiaridades de su mente, todos esos recovecos que nos adentran en sus miedos, sus deseos, la incapacidad para hacer frente al futuro, o esa malsana forma de autoconvencerse que no deja de ser extrañamente humorística en todo su horror.
Y es que, como he dicho anteriormente, si analizamos la obra debajo de la superficie, de esa premisa peregrina (y genial) de un maniquí que podría ser un asesino en serie, La noche de los maniquís es una historia de crecimiento, un coming of age sangriento sobre la resistencia a hacernos mayores, sobre la pérdida del ecosistema adolescente al cruzar el umbral del mundo adulto, y el terror que a veces eso supone. Y por supuesto, las nefastas consecuencias que tiene el aferrarse a algo que inevitablemente tiene que cambiar para poder avanzar.
En conclusión, La noche de los maniquís es una obra original, que se puede disfrutar como el slasher que es, y aunque sería maravilloso si solo pretendiera ser un entretenimiento muy bien escrito (el terror puede ser muchas cosas y al mismo tiempo no está en la obligación de ser nada), la novela también funciona a otro nivel, uno que juega en una línea más triste y melancólica.
Leed mucho. Si podéis :)
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