¡Hola
a quien lo lea! Seguimos actualizando los Wrapp Up atrasados, y aquí va el de
Febrero, con el que ya me pongo al día, y que ha sido una bestialidad porque he
leído la friolera de 17 LIBROS.
Así
que sin más dilación, y ya que se viene
una entrada larga, ¡empezamos!
1. DESAPARICIÓN
EN LA ROCA DEL DIABLO- PAUL TREMBLAY.
Una
de las pocas novelas no románticas que he leído este mes. Segunda incursión en
la pluma de este autor de terror que me conquistó hace unos años con Una
cabeza llena de fantasmas , donde innova tanto en formato como en contenido
el ya manido tema de los exorcismos.
La
trama de Desaparición en la roca del diablo no podría ser más sencilla y
estar más vista a priori: un chico de 14 años desaparece en un pueblito de
Estados Unidos tras una noche de fiesta con otros dos amigos en una zona del
parque local conocida como La Roca del Diablo.
A
partir de este hecho, vamos desgranando cómo fueron los meses anteriores a la
desaparición de este chaval (gracias a las perspectivas de sus dos amigos), y
también cómo afrontan sus familiares la incertidumbre y la duda sobre qué habrá
pasado con él (gracias a los puntos de vista de su madre y su hermana pequeña).
Esencialmente
es una novela de terror más enfocada en el misterio y en lo atmosférico, con un
par de giros muy bien ejecutados, y ciertas escenas de ponerte la piel de
gallina, especialmente porque la madre del chico comienza a experimentar
ciertos episodios un tanto extraños y por los que piensa que su hijo está
intentado ponerse en contacto con ella, ¿será cierto, o más bien producto de su
desesperación y su angustia?
Precisamente
el libro juega con el lector a la hora de resolver esta cuestión, y maneja
increíblemente bien la parte del drama familiar, del duelo, la pérdida, así
como ciertos temas muy interesantes relacionados con el mundo de lo paranormal
con los que yo no estaba familiarizada, como el síndrome del tercer hombre.
Además,
pasada la mitad del libro aparece un personaje al que envuelve cierto aire de
misterio, y que añade un halo muy perturbador a la novela.
Para
todos aquellos fans del terror cotidiano, de las atmosferas malsanas, y de los
autores que te dejan con la duda, que juegan contigo, que no te plantan las
respuestas en tu cara como si fueses idiota.
2. DEL
AMOR Y OTRAS PANDEMIAS- MIRYAM M. LEJARDI
De
esta autora me enamoré el año pasado, cuando leí su fic de Harry Potter, Mortífago,
centrado en la pandilla de Draco y Cia. De hecho, me flipó tanto que fue una de
mis mejores lecturas del año, entrando por méritos propios al pódium de fics
junto al Marauder Crak y Alianzas.
Luego
probé con una de sus novelas cortas originales, Olor a menta, y aunque
no estuvo mal, me quedé con ganas de más.
Así
que desde que anunció la publicación de su primera novela, Del amor y otras
pandemias, estaba deseando volver a catar su pluma, especialmente si
tenemos en cuenta que es un New Adult con toque de comedia y enemies to lovers.
Lo
único que me echaba para atrás, seriamente, era la época en que se desarrolla
la historia: marzo de 2020 en España, a comienzos del estado de alarma por
Covid.
Imagino
que como le sucede a muchas otras personas, 2020 ha sido uno de los peores años
de mi vida y el confinamiento una de las peores épocas que revisitar. Perdí a
un familiar muy querido por esta mierda de enfermedad, y cuando leo para
evadirme (y normalmente si leo New Adult es para eso, para distraerme sin
pretensiones) lo que no quiero es recordar cosas chungas o pérdidas dolorosas.
Porque
para eso ya tengo mi propio día a día.
Finalmente,
y a instancias de una amiga que ya lo había leído y me había asegurado que la
pandemia no tenía un peso principal en la trama, y que la historia era bastante
feel good, es que decidí hacerme con él.
Y
no me arrepiento para nada.
La
historia no es nada del otro jueves, no. Pero no es triste, ni se ceba con lo
peor del confinamiento. Te da lo que promete: una historia de amor bonita y
divertida entre dos personas que se ven obligadas a convivir juntas durante el
estado de alarma, que vienen del mismo pueblo y tienen un montón de prejuicios
la una contra la otra, que al principio se llevan a matar, que son muy
diferentes, pero que finalmente acaban desarrollando una amistad preciosa que
da paso a algo más.
Además,
quiero recalcar que me parece un acierto la inversión de roles que la autora
nos presenta. Acostumbrada a los clásicos libros del género con protagonistas
masculinos vividores/folladores, y chicas mucho menos experimentadas que ellos,
y bastante más proclives a iniciar una relación que sus emocionalmente esquivos
coprotagonistas, aquí me encuentro con lo contrario.
Lara
es pasota, y pasa de los compromisos sentimentales y las cursiladas, mientras
que David es un romántico de la vida, más sensible que ella (aunque también
mucho más egocéntrico y neurótico).
Y
precisamente eso es lo que no me ha gustado: como se trata la hipocondría de
David.
Como
persona hipocondríaca que ha recibido atención psicológica por Trastorno
Obsesivo Compulsivo, he tenido la sensación de que la autora utiliza este síndrome
que es muy grave y doloroso para quien lo padece, provocando cuadros de
ansiedad y a veces impidiéndote llevar una vida normal y feliz, como un recurso
cómico o cómo un defecto de David que molestaba inmensamente a Lara.
Evidentemente,
no es fácil vivir con una persona obsesiva, pero lo que no puede ser tampoco es
que la autora presente este rasgo de David como una muestra más de su
egocentrismo, como un defecto que le hace molesto, en lugar de como un serio
problema mental que provoca vergüenza y tristeza en las personas que lo sufren.
Por
lo demás, me he quedado con ganas de leer más de Myriam.
3. AMOR
CON AMOR SE PAGA- LAS REGLAS DE LOS CANALLAS II- SARAH MACLEAN.
Esta
segunda parte supone una mejora sustancial respecto de Un canalla siempre es
un canalla, aunque tiene ciertos tópicos de la romántica y ciertos defectos
de la autora en general: el señor vividor/follador al que la prota acude para
que le enseñe en los menesteres de la seducción, una heroína sosa (la autora
pretende hacerla pasar por una señora extravagante sólo porque le gustan las
ciencias. Vale, no era lo común en la época, pero por lo demás Pippa es
bastante pavita), un señor noble que tras una juventud plagada de excesos no se
cree merecedor de cariño y reniega de su título, y etc.
Pero.
Sigue
siendo muy entretenido, y la dinámica de la pareja, que es lo realmente
importante en estas novelas, es francamente buena. La curiosidad y la terquedad
de Pippa, unidas a la adoración palpable que Cross siente por ella, y al hecho
de que tienen una tensión sexual y una química notables hacen que las idas y
venidas entre estos dos sean muy disfrutables.
Además,
aquí Sarah Maclean (que es una crack escribiendo escenas de cama), nos da la
que probablemente sea la mejor escena guarrindonga de su carrera. Me refiero a
la del despacho, que es para leerla con un ventilador dándote de lleno.
Ya
lo creo.
4.
UN
SEDUCTOR SIN CORAZÓN- RAVENEL I- LISA KLEYPAS.
Lo
tengo que decir desde ya: este no es el mejor libro de Lisa Kleypas, pero en
conjunto los Ravenel ocupan el mismo lugar en mi corazón que los Hathaways, y
eso es decir mucho.
Sí,
lo sé, que yo con esta mujer no soy nada objetiva, y que además, si hay un
sub-sub género que me pirre dentro de la romántica histórica esas son las
series familiares, protagonizadas por grandes dinastías donde cada una de las
novelas te cuenta la historia de amor de un hermano/primo/sobrino/lo que sea.
Pero
es que, que bien escribe la Lisa Kleypas, la jodía.
Aquí
tenemos una premisa que ciertamente no es nada del otro jueves, el prota,
Devon, es el primo quinientos de un conde que las palma joven y que no deja
descendencia ni hermanos que puedan heredar el título, sólo una caterva de
hermanas, unas tierras en nefastas condiciones y una mujer que acaba de
enviudar a los pocos días de casada.
Así
que allá que acude Devon a la propiedad de un primo al que no le guarda
especial cariño, con el propósito de venderlo todo al mejor postor, para así
poder continuar con su vida de libertinaje en Londres.
¿El
problema? Que muy a su pesar Devon tiene más decencia de lo que le gustaría,
que tomarle cariño a sus asilvestradas primas es más fácil de lo que creía…y
que no puede mantenerse alejado de la viuda del difunto.
Precisamente
la susodicha, Kathleen, es la coprotagonista de la novela. Un personaje que me
ha resultado muy interesante a la par que frustrante, aunque reconozco que ese
sentimiento se debe a lo bien construida que está por la Kleypas.
La
viuda es inflexible, recta, estirada, apegada a la rancia moral inglesa y
respetuosa de las convenciones sociales y del riguroso luto que cumple
escrupulosamente. A pesar de su juventud su crianza ha sido muy estricta (y
algo desapegada) y su educación muy conservadora, por lo que creo que a pesar
de que a veces, como lectora del siglo XXI quieras zarandearla, sus actitudes
resultan acordes a su forma de ser.
Como
no podía ser de otro modo, el primo le inspira repulsa y lo considera una
amenaza, un señor que viene a quitarle lo que ahora es suyo (lo poco bueno que
ha podido obtener de un matrimonio pésimo con un hombre volátil), y a separarla
de las que considera sus hermanas.
El
problema es que no sólo le inspira repulsa, claro está, que si no, no habría
historia que valga….
Si
bien la historia de amor y la pareja no es de las más inspiradas de Kleypas,
creo que es una buena y sólida novela introductoria de esta peculiar familia
(que son las únicas que sabe escribir esta mujer, eso de las familias normales
y estándar no son lo suyo), reflejo de una época muy concreta (esa en la que la
burguesía se estaba comiendo poco a poco a los nobles), y con unos personajes
secundarios que prometen dar guerra en posteriores entregas (y vaya si la dan,
que entre el hermano calavera de Devon y las alocadas gemelas del difunto
conde, los pobres no dan abasto).
5.
CASARSE
CON ÉL- RAVENEL II- LISA KLEYPAS.
Continuamos
con la serie Ravenel, y en esta segunda entrega le toca el turno a Helen, una
de las hermanas del difunto conde de Treanar y prima de Devon, protagonista del
primer libro.
Caracterizada
por ser la hermana sensata, tímida, callada y frágil, la novela se centra
principalmente en que Helen encuentre su fuerza interior y en que solucione
todos los problemas relacionados con su pasado y su infancia que le impiden
seguir adelante.
Aparte
de este crecimiento personal, la novela también aborda su relación con Rhys
Winterbottom, un hombre hecho a sí mismo (cómo nos gustan esos personajes de la
Kleypas, y que bien se le dan), nuevo rico que ha ascendido desde las clases
bajas hasta ser el propietario de unos grandes almacenes, poseedor de una gran
fortuna que le permite codearse con los nobles, que, no obstante, continúan
mirándolo por encima del hombro debido a sus orígenes humildes.
Precisamente
la incipiente relación entre ambos era una de las subtramas de la primera
novela, por lo que ya pudimos ver cómo se conocieron y cómo surgió la
atracción. Tras el final de la anterior entrega, un malentendido los separó,
pero muy pronto es solventado en esta segunda parte, y Lisa Kleypas no utiliza
el tópico de la falta de comunicación para crear drama (gracias a los santos).
La
historia entre ambos me ha parecido preciosa, con Rhys, un señor endurecido,
tosco, intimidante, pero con unos estallidos de ternura que te dejan como un
charquito en el suelo, y Helen, una chica acostumbrada a pasar desapercibida, a
callarse, a ser la más normal de su familia, pero que por fin encuentra su
camino y aprende a pelear por poder ser quien es.
Al
final, la trama es una nadería, es decir, es el viaje del autodescubrimiento y
la madurez de Helen (que tampoco es que sea un personaje interesantísimo, pero
sí sólidamente construido), mezclada con el desarrollo de su relación con Rhys
(que desafortunadamente a medida que avanza la trama pierde protagonismo en
favor del arco de Helen), pero a pesar de esto, Lisa Kleypas escribe naderías
como nadie, sigue profundizando en los cambios que se estaban produciendo en el
momento histórico retratado (esto lo hace especialmente a través del personaje
de Rhys, un galés odiado no sólo por su falta de pedigrí, sino por su
ascendencia), e introduce ciertos detallitos feministas y reivindicativos de la
posición de la mujer y de las clases más vulnerables como los huérfanos.
Sigue la estela del primero, no es
la mejor novela de la serie ni de Lisa Kleypas, pero es absolutamente
disfrutable.
Hay
que leer a esta mujer. Ya.
6.
EL
DIABLO EN PRIMAVERA- RAVENEL III- LISA KLEYPAS.
Si
no has leído la serie de las Florero y consideras un spoiler saber qué parejas
se forman en una serie de romántica, sáltate esta entrada. En serio, no me hago
responsable.
La
novela me ha encantado, es probablemente mi favorita de toda la serie junto a
la quinta (y a falta de leer la sexta, que ya les vale a las editoriales de
esta nuestra españita), y antes de empezar con lo que me ha parecido, tengo que
decirlo, porque si no lo digo reviento:
EVIE
Y SEBASTIAN
Ya
está, esas eran las tremendas declaraciones que tenía que hacer. No, a ver, me
explico, realmente esta novela es una gozada para las fanses locas de la
Kleypas, en concreto de las que probablemente sea su serie más emblemática (aka
las Florero, aunque yo soy mucho más de las Hathaways, pero bueno), y la razón
es que los padres de uno de los protagonistas es la pareja más querida (al
menos para mí) de las Florero: los susodichos Evie y Sebastian.
Efectivamente,
Gabriel, heredero del ducado de Kent, es el hijo de esta parejísima, y uno de
los aciertos de la Kleypas es traérnoslos a los dos a colación a cada que puede
(que esta mujer sabe muy bien lo que hace, que no por nada es una superventas)
y enseñarnos lo muy felices que son y la pedazo familia que han construido.
Así
pues, si estáis aquí buscando un protagonista atormentado, con taritas o un
calavera de la vida, pues ya os podéis ir por donde habéis venido, la verdad,
porque Gabriel es bastante normalito. Cosas que pasan cuando te crían unos
padres estupendos que te educan estupendamente.
No
quiero decir con ello que Gabriel sea un personaje plano o aburrido. Al final
se le nota de quien es hijo porque encanto le sobra por los cuatro costados,
pero es cierto que su principal conflicto es el de sentir que debe estar a la
altura sí o sí de la confianza de sus padres y de las responsabilidades que han
depositado en él como futuro heredero de un ducado. Luego la Kleypas intenta
meternos un rollo de que tiene unos gustos sexuales un poco bondage…pero la
cosa se queda ahí, vaya, que ni chicha ni limona (se lo podría haber ahorrado
porque le ha faltado valentía en esa subtrama).
Pero
tranquilas, que si Gabriel es un señor muy normalito ya lo compensa la Kleypas
con la prota femenina: Pandora Ravenel, hermana del difunto conde, la mitad más
salvaje de unas mellizas asilvestradas y el dolor de cabeza oficial de su
familia (pero con cariño).
Sin
duda alguna Pandora es lo mejor de la novela. Es excéntrica, un culo inquieto,
una señora inquisitiva, curiosa, preguntona, no sabe comportarse en sociedad (vaya
que es muy graciosa, salá y espontánea) y además no le interesa casarse, y por
un muy buen motivo: quiere ser creadora de juegos de mesa y comercializarlos
como empresaria y sabe perfectamente que, en el momento en que se case, su
marido será el dueño y señor de todo lo que ella haga o tenga.
Cosas
de ser una mujer creativa y empresaria en el siglo XIX, queridas.
Pero
claro, aquí tiene que haber salseo entre Gabriel y Pandora, que si no esto no
sería una novela romántica. Y el problema viene cuando ambos se ven
comprometidos en una fiesta (o mejor dicho, se ven envueltos en una situación
que el resto de la bienpensante (já) sociedad inglesa malinterpreta, y por
tanto la reputación de Pandora se va a la basura).
Gabriel,
que ha sido educado para hacer lo que se espera de un hombre de su posición,
decide que su obligación es casarse con Pandora porque su honor de caballero no
le permite plantearse otra cosa, y aunque no le haga mucha gracia la cosa, tras
conocerla un poco mejor acaba cayendo entontecido por ella (y yo que lo
entiendo, que Miss Ravenel es muy querible).
Pero
el problema viene con Pandora, ya que, aunque a ella también empieza a hacerle
tilín Gabriel, no ve qué de bueno puede reportarle el matrimonio, una
institución con la que ella quedaría anulada y por no ser no sería ni un sujeto
de derecho (aquí me sale la vena jurista y feminista, pero es que leñe, la
muchacha lleva más razón que un santo).
Precisamente
algo que me ha encantado de la historia es eso, la reflexión que se introduce
sobre el papel y la posición de la mujer de la época a través del personaje de
Pandora, una mujer feminista cuando el término aún estaba en pañales.
Evidentemente Gabriel (epítome de hombre privilegiado) no es capaz de entender
al principio lo que puede suponer para un mujer el casarse, y aunque al final
la cuestión se resuelve partiendo del tópico de que el amor lo puede todo (a
ver que esperaba yo también, que esto es una novela romántica), me ha gustado
que en una novela romántica histórica, donde a los personajes femeninos se les
enseña que su máxima aspiración es casarse, tengamos a una protagonista que
diga: Uy, pues a mí esto no me mola nada.
Como
digo, al final Pandora acaba pasando por el aro (aunque gracias a la ayuda de
Gabriel consigue realizar sus sueños profesionales. Pero eso, con la ayuda de
su marido…), y quizá el hecho de que ella tenga que ceder es de los pocos
defectos que le saco a la novela (aunque vuelvo a repetir, a ver que narices
quería yo que pasara, si es una novela romántica está claro que los protas
tienen que terminar juntos), junto a ese amago de trama de thriller que la Lisa
Kleypas se saca de la manga en las últimas páginas y que no sé por qué (a ver cuándo
se da cuenta esta mujer que esas tramas no son lo suyo…pero bueno, de eso
hablaremos más adelante).
7.
LA
CABAÑA DEL FIN DEL MUNDO- PAUL TREMBLAY.
Esto
es una trampa como una catedral: no he podido terminarme este libro, así que en
realidad no puedo computarlo como lectura.
A
ver, yo lo he intentado, venía de Desaparición en la Roca del Diablo, y
quería con todas mis fuerzas que este libro me gustase. De hecho, tenía menos 0
dudas de que me gustaría.
Pues
vaya batacazo me he llevado. Mi primer desengaño amoroso con Paul Tremblay, y
sólo es el tercer libro que leo de él… ¿deberé replantearme mi relación con
este autor?
No
creo. Quiero decir, lo he dejado a medias, pero porque creo que es una novela
que habría funcionado mucho mejor como novelette (aka novela corta).
La
premisa es muy interesante: una familia que se va de retiro a una cabaña
perdida, y que sufren el asalto de un grupo de pirados que les dicen que el
mundo se va a acabar y que para evitarlo ellos deben hacer algo. No voy a
entrar en detalles porque: spoiler, pero ya intuiréis que eso que tienen que
hacer no es precisamente agradable.
¿Mi
problema? La novela se pierde en interminables monólogos interiores de los
personajes (y palabrita del niño Jesús que a mi la construcción de personajes
no me molesta), y en consecuencia es excesivamente lenta. Como digo habría
funcionado mejor como novela corta o incluso relato.
Ahora
es cuando me decís, pues escribe tú un libro, tía petarda. Ya, ya, pero que le
sobran páginas, qué queréis que os diga.
8.
TÚ
Y YO INVENCIBLES- ALICE KELLEN.
Corría
el verano de 2019 (el último normal que tuvimos en este nuestro planeta tierra),
y yo estaba de resaca. Pero una resaca espectacular, y al día siguiente tenía
que currar, y básicamente no estaba segura de que pudiera ser una persona
funcional. Así que decidí entretenerme leyendo un rato, porque mientras el
resto del mundo se toma un paracetamol, esta persona pretende que los libros
curen todos los males de su vida (spoiler, no siempre sale bien).
Decidí
empezar con algo ligerito, fresquito, y que básicamente pudiera leer con sólo
dos neuronas en funcionamiento. Así que dije, bueno, pues voy a leer Todo lo
que nunca fuimos.
Ese
mismo día me lo terminé y así empezó mi historia de amor con Alice Kellen, una
señora que yo sé que no es la escritora perfecta (de hecho, algunas cosicas de
la duología de Todo lo que nunca fuimos son bastante problemáticas, y
emplea tópicos dramaticones) pero con la que conecto a un nivel muy profundo.
De
verdad, sus personajes se quedan conmigo, sus historias de amor me ponen en
plan croqueta, y su forma de escribir parece que me habla a mí personalmente.
Así
que cuando escuché que iba a publicar nueva novela en febrero de 2021, leí la
sinopsis, vi que estaba ambientada en la Movida Madrileña, y que partía del
tópico de relación volátil entre dos polos opuestos que se atraen, dije: es
mía.
El
mismito día que salió al mercado, ya estaba yo cargándola en mi Kindle. Y dos
días después ya la había leído.
Cuando
la empecé no terminaba de cuajarme el estilo de la novela, tenía un aire más
maduro que sus otras historias, un tono nostálgico, y estaba narrada por los
dos protagonistas ya de adultos, contándote como se conocieron y se (des)quisieron.
Pero no terminó en vencer mis reservas.
Los
invencibles del título son Lucas y Juliette, dos jóvenes madrileños con vidas y
formas de ser diferentes. Una es una señoritinga con un problema patológico de
desconfianza y un carácter frío en apariencia y el otro es un cabra loca más
transparente que el agua de la playa de San Juan (no he estado en otra playa
aparte de la de Benidorm y la de Alicante, y como comprenderéis, esas no me
valían para la analogía).
Pasa
lo de siempre, que se conocen y se enamoran y como son jóvenes pasan de todas
las señales de alerta que dicen “Esta relación no va durar ni dos telediarios”.
Y ellos lo intentan, de verdad que intentan que funcione, pero son demasiado
diferentes y a medida que van creciendo cada uno toma un camino distinto. Nunca
llegan a ser un equipo, sólo dos personas que se aferran la una a la otra
porque se quieren, aunque sus proyectos de vida (y sus formas de ser) devengan
incompatibles.
Precisamente
por todo ello y porque Alice Kellen te está hablando de dos personajes que
sabes que no van a funcionar porque no están en la misma página y porque no son
capaces de gestionar sus mierdas de manera funcional , es que no me animo a
calificar esta novela como romántica. Muchas veces es agridulce, no te da lo
que quieres, y realmente te duele, como les duele a los personajes.
Si
a ello le sumas dos protagonistas excelentemente construidos, una química
bestial, temática musical, y una ambientación flipante (alabo a la autora por
hacerte sentir como parte de la Movida, ha sabido capturar perfectamente una
época y lo que fue una revolución cultural), la conclusión es que la novela es
lo más diferente (y probablemente lo mejor) que ha escrito Alice Kellen.
Leedla
aunque no os convenza la autora.
Aquí nos quedamos, con la esperanza (y el compromiso) de subir pronto la segunda parte de este inmenso Wrap Upp.
Un saludo y cuidaos mucho :).
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